Decálogo
del Deporte
JUEGO LIMPIO
El “Juego Limpio” significa mucho más que el simple respeto de las reglas: abarca los conceptos de amistad, de respeto del adversario y de espíritu
deportivo. Es más que un comportamiento, un modo de pensar. El concepto se extiende a la lucha contra las trampas, contra el arte de engañar sin vulnerar las reglas, contra el dopaje, la
violencia física y verbal, la desigualdad de oportunidades, la excesiva comercialización y la corrupción.
NORMAS BÁSICAS DE JUEGO LIMPIO
De acuerdo con la campaña de la Consejería de Educación de la JCCM “Juego Limpio en el Deporte y en la Actividad Física” es necesario que todos
(entrenadores, delegados, jugadores, padres...) nos esforcemos en cumplir unas normas básicas de comportamiento en el juego deportivo:
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Antes de salir al campo recordaremos que sobre todo queremos divertirnos practicando el deporte que
nos gusta.
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Cuando se cometa alguna falta durante el partido, inmediatamente pediremos disculpas al otro
jugador.
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No protestamos ninguna acción arbitral, sobre todo con malos modos.
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Al acabar el partido, nos despedimos de todos/as los jugadores/as del otro equipo, dando la
enhorabuena, al margen del resultado del partido y a continuación un aplauso al público.
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Los entrenadores se dan la enhorabuena.
DECÁLOGO DEL JUEGO LIMPIO
JUGADORES/AS
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Los jugadores son tus compañeros y amigos.
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Aplaude el buen juego y el esfuerzo,independientemente de quien lo haya realizado (rival o compañero)
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Comparte el triunfo con los demás. Es igual de importante mantener una actitud digna tanto en la victoria como en la derrota.
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Respeta a tus rivales. Aprende y cumple las reglas del juego y a las personas que se encargan de
hacerlas. ¡Son imprescindibles en el Deporte!
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En el deporte y en la vida respeta para ser respetado. Desaprueba las acciones antideportivas realizadas por participantes, entrenadores y entrenadoras o incluso por el
público. Trata a las y los participantes como quisieras que te trataran a ti.
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Participa y juega con jóvenes de los cinco continentes.
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Compite sin provocar lesiones y ayuda cuando se produzcan. Por otro lado, recuerda que fingir o
exagerar lesiones, así como el solicitar sanciones, son prácticas innobles para intentar ganar un partido.
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Las decisiones de tu profesor o entrenador se toman en beneficio de todos.
¡Respétalas!
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Una alimentación sana y equilibrada multiplica tu rendimiento deportivo.
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En caso de producirse discusiones en el terreno de juego, intenta conciliar a ambas partes o, al
menos, no intervengas para agudizarlas.
CÓDIGO DE CONDUCTA PARA LOS
ENTRENADORES
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La exigencia debe ir siempre en función de la edad.
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Adapta los entrenamientos a la capacidad de los niños.
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Sigue las prescripciones facultativas del médico.
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Enséñales a respetar a rivales y árbitros.
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Enséñales a cumplir las reglas del juego.
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Brinda a todos las mismas oportunidades. ¡Todos pueden y deben participar!
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Muéstrales la diferencia entre deporte profesional y amateur.
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Recuerda que los niños no juegan por tus intereses.
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Actualiza tus conocimientos sobre las reglas del juego.
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Enséñales a disfrutar el tercer tiempo.
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Nunca les ridiculices.
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Recuérdales que el deporte también es diversión.
CARTA INFORMATIVA A LAS
FAMILIAS
La Consejería de Educación y Ciencia de la JCCM ha puesto en marcha una Campaña/Programa de “Juego Limpio en el deporte y en la actividad física”. Con
ella se pretende implicar a todas las personas que desarrollan el Deporte en Edad Escolar, en el objetivo de educar en valores y conseguir una convivencia armónica de nuestra sociedad a través de
la práctica deportiva.
La base de la Educación se forja en la familia, por tanto desde ella se pueden mejorar muchos comportamientos. Para esto es necesario una reflexión y
un compromiso por parte de los padres/madres o tutores, y por ello destacamos los siguientes planteamientos:
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No debo obligar a mi hijo a practicar un deporte que no desea, sabiendo que los niños realizan un deporte por su propia diversión, no la
mía.
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No debo ridiculizar a mi hijo, ni a ningún niño por cometer errores o porque pierda un partido.
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Alentaré a mi hijo a jugar de acuerdo a las reglas y por mi parte nunca cuestionaré las decisiones de los árbitros, ni su
honestidad.
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Enseñaré a mi hijo que el esfuerzo honesto es tan importante como la victoria, con el fin de que admita el resultado de cada partido, sin
una indebida desilusión.
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La mejor forma de enseñar es a través del ejemplo, por lo que aplaudiré el buen juego de mi equipo y el de mi oponente.
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Apoyaré con mi comportamiento, todos los esfuerzos, para eliminar los abusos físicos y verbales del deporte infantil. No emplearé un
lenguaje indebido, ni hostigaré a los jugadores, entrenadores o árbitros, y no haré uso de gestos groseros durante los partidos para manifestar mis discrepancias.
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Me comprometo a ayudar a mi hijo/a a que comprenda las diferencias que existen entre los partidos que ellos juegan y los partidos de los
adultos.
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Asumo respetar a los jugadores del equipo contrario, sabiendo que sin ellos no habría partido.
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Condeno el uso de la violencia en todas sus formas.
DECÁLOGO DE LOS DERECHOS DEL
DEPORTISTA
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Participar en el deporte
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Participar a un nivel compatible con la madurez y facultades de cada
uno.
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Contar con enseñantes adultos cualificados.
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Jugar como un niño y no como un adulto.
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Participar en la toma de decisiones sobre su forma de jugar.
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Participar en un medioambiente sano y seguro.
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La apropiada preparación para participar en el deporte.
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Igualdad de oportunidades para perseguir el éxito.
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Ser tratado con dignidad.
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Disfrutar practicando el deporte.
Decálogo de l@s buen@s espectadores
del deporte escolar
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Los niños y las niñas no juegan para el entretenimiento del público, ni para quedar los primeros, sino para divertirse y
para formarse como personas a través del Deporte.¡Tenlo siempre en cuenta!
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Aplaude los esfuerzos y las buenas actuaciones de todos y todas las participantes. El resultado no es lo más
importante.
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No les regañes por cometer errores, ¡Están aprendiendo! Puedes hacer comentarios positivos, éstos si que son
motivadores
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Muestra respeto por los y las participantes de la actividad (escolares, entrenadores y entrenadoras, árbitros y público)
¡Son imprescindibles!
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Aunque seguramente tengas conocimientos, no les “teledirijas” diciendo lo que tienen que hacer ¡Dales libertad para que
disfruten de la actividad y tomen sus propias decisiones!
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Respeta las decisiones arbítrales y anima a los y las escolares a que lo hagan, así como a jugar de acuerdo al
reglamento establecido.
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Rechaza el uso de cualquier forma de violencia o de comportamientos incorrectos, ya sean éstos generados por el público,
o por cualquiera de los y las participantes.
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Al terminar la actividad valora lo realmente importante, es decir, la mejora personal y colectiva, y no el resultado
obtenido.
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Fomenta en todo momento el uso de estas normas entre el resto de las y los espectadores, con ello conseguirás que la
actividad sea más beneficiosa para todos y todas.
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Ten en cuenta que tus acciones son un modelo a imitar por tus hijos e hijas, sobre todo, que el verdadero protagonismo
es tuyo.
La educación tiene un efecto boomerang y nos devolverá lo bueno o malo que hayamos transmitido. Es responsabilidad de todos los adultos ir en la misma
línea y cuidar con mimo esta labor. La educación de nuestros jóvenes será la que marque sus valores y expectativas futuras, por ende el futuro.